Abraham Lincoln para muchos personifica los valores de la honestidad, integridad, igualdad, respeto por los derechos civiles de las minorias y la libertad.
Fue el primer presidente del partido republicano, partido recien ascendido a la politica nacional, y el 16 del pais.
Su convulso mandato se ejercio durante las tensiones internas producidas por los movimientos abolicionistas (antiesclavistas), la guerra de partidos y las turbulencias economicas entre estados que finalmente desencadenaron en secesion y guerra civil.
Su asesinato a manos John Wilkes Booth (espia de los estados confederados)le convirtio en un martir.
Habia nacido un mito y un icono mas para la hagiografia popular.
Lincoln es considerado por muchos norteamericanos el mejor presidente de la historia de los EE.UU.
La gente necesita referentes, y mucho se ha hablado de los paralelismos politicos entre Obama y Lincoln.
Tanto es asi que Obama eligio de forma intencionada lanzar su carrera presidencial en las escaleras del Old State Capitol de Springfield.
El mismo lugar donde 175 años antes Lincoln lanzaba su propia carrera.
El totem de la figura de Lincoln y su sombra llega a nuestros dias.
Pero Lincoln era humano, demasiado humano.
Aunque los historiadores durante el siglo XX se han encargado de ensalzar sus virtudes y ocultar sus sombras, Lincoln tuvo una vida emocional muy endeble.
Padecio dos episodios de depresion mayor tal y como hoy lo entendemos segun el manual de diagnostico de enfermedades mentales (DSM IV).
La primera en 1835 y la segunda en 1841.
Bien podriamos decir que tuvo una depresion cronica severa la mayor parte de su vida.
Pero que supo afrontar con determinacion y una entrega de servicio por las causas publicas.
Ademas, si a esto le sumamos que su mujer, Mary Lincoln, padecio un grave trastorno mental desde años antes de su asesinato no es muy dificil de imaginar las dificultades personales de Lincoln y su familia.
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