De acuerdo con Robert Costanza y colegas ha llegado la hora de buscar una nueva econometría para medir el éxito nacional.
Se dice que Robert Kennedy una vez dijo que el Producto Interior Bruto (PIB) "mide todo excepto aquello que hace la vida digna de vivir".
Este sistema econométrico, el PIB, se creo en los años 30 y 40 del siglo XX después de una gran recesión y una guerra mundial.
Ya su creador el economista Simon Kuznets avisó del error de confundir crecimiento con bienestar.
Ahora los investigadores de múltiples áreas de estudio (economía, filosofía, psicología...) han desarrollado mejores sistemas para medir lo que hace una vida digna de vivir.
Los efectos medioambientales y sociales del PIB se pueden estimar (Kubisezwski et al. 2013), la psicología del bienestar puede medir la felicidad cuantitativa y cualitativamente (Kahneman, Diener y Schwartz 2003).
Las oportunidades de destronar al PIB como el indicador rey de la prosperidad está a la vista. Para el 2015 la ONU prevé anunciar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una serie de objetivos que quieren medir el bienestar global. La comunidad internacional tiene la oportunidad de elaborar sistemas de medición del bienestar que permitan su monitorización y definición. De continuar con el uso del PIB se seguirá aumentando la desigualdad y destruyendo el capital natural del que toda vida depende.
Las alternativas econométricas se agrupan en tres grupos principalmente:
- ajuste de medidas económicas que reflejen factores sociales y medioambientales
- indicadores subjetivos de bienestar medidos por encuestas
- indicadores compuestos de bienestar: vivienda, esperanza de vida, ocio, uso del tiempo y participación democrática.
De todas estos sistemas econométricos el más popular entre los economistas es el Indicador de Progreso Original (IPO. Véase, Kubisezwski et al. 2013) que comparado con el PIB per capita y el IPO per capita de 17 países mostraba diferencias significativas. Dentro del grupo c) se encuentra también el conocido como Encuesta Mundial de Valores.
Muchas otras propuestas o sistemas alternativos al PIB están en marcha. (Véase, www.wikiprogress.org).
De lo que cada vez más la gente se está convenciendo es de que la sociedad global debe luchar por una mejor calidad de vida, compartida y sostenida.
Diversos autores, grupos, e informes han concluido que el PIB es una medida peligrosa para la calidad de vida de las personas (Stiglitz et al. 2009, Costanza et al. 2009)
El PIB es una medida nacional de prosperidad defectuosa, esconde desigualdad social y empuja al crecimiento a expensas de la salud de nuestro planeta y su bioesfera.
Costanza R, Kubiszewski I, Giovannini E, Lovins H, McGlade J, Pickett KE, Ragnarsdóttir K, Roberts D, De Vogli R, & Wilkinson R (2014). Development: Time to leave GDP behind. Nature, 505 (7483), 283-5 PMID: 24436983
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