Monday, September 14, 2009

Coches y caras.

El rostro humano es una plataforma simbólico-semiótica de emisión de mensajes a decodificar.

De la cara de alguien podemos extraer sus emociones (expresiones faciales), su género (masculino/femenino) su edad, su atractivo... y alguna que otra información abstracta socialmente relevante como la confianza e inclusive la salud, y por consiguiente, su estilo de vida.

La cara es crítica en la interacción social.

Es por ello que mecanismos neuronales han evolucionado para la detección de dichas pistas en el rostro.

Por supuesto, la información obtenida nunca es inequivoca debido a la importancia del contexto a la hora de extraer e interpretar la información del rostro.

Pero los seres humanos somos bastantes buenos en decodificar los mensajes y contenidos del gesto facial.

Para la coordinación entre personas es necesario saber qué desean los otros y, a veces, la palabra está asusente, no solo ahora que el homo sapiens dispone de un medio de comunicaicon como el lenguaje, sino hace unos 150.000 años donde un lenguaje fonético/articulado estaba ausente en el repertorio comportamental de nuestros ancestros.

Es la ubicuidad y suma importancia de los rasgos faciales que el cerebro humano atribuye rasgos encontrados en la cara a otros artefactos artificales u objetos inanimados.

Pensemos en las caras de las nubes, las sombras indeterminadas... Este fenómeno visual de atribuir intencionalidad o antropomorfización de las cosas se llama pareidolia.

Pero de entre los objetos fabricados por el hombre hay uno que sobresale por la similitud encontrada en su procesamiento visual con las caras: los coches.

Mas de un 80% de personas preguntadas encuentran paralelismos entre los focos de un coche y los ojos de una cara, la boca y la regilla de salida de aire de un coche y rasgos de personalidad en los coches en funcion de la forma de estos.

Y esto lo saben de forma intuitiva los diseñadores, ingenieros y publicistas que explotan la saliencia de pistas similares al rostro humano encontrados en artefactos como los coches.


Pincha aquí.



(foto fuente: blog, "How We Drive" de Tom Vanderbilt)

2 comments:

Mariana Soffer said...

Super interesante la idea, nunca la habia pensado antes, pero suena totalmente razonable. Ademas los humanos somos en gran parte dominados por nuestros instintos mas basicos, como estas atracciones or repulsiones que nos producen ciertos aspectos de los humanos, como ser la forma de los ojos o la cercania entre los mismos. Y seguramene esta atraccion o repulsion la proyectemos sobre otras cosas, que no son necesariamente seres vivos.

Gracias anibal

Anibal Monasterio Astobiza said...

Nada que añadir a lo que dices Mariana.
Gracias a ti.