David Ian Perrett es mi psicólogo favorito.
Si pudiera elegir poder ser una gran mente científica y creadora, elegiría ser la mente de David Perrett.
David Perrett es un verdadero pionero en la psicología e investigación del atractivo facial.
Durante sus años de estudio doctorales en la Universidad de Oxford descubrió y analizó, junto a su gran maestro el Profesor E. T. Rolls, una población de neuronas localizada en el lóbulo temporal que viene a conocerse por los neuroanatomistas como el surco temporal superior que codifica diversas pistas y estímulos sociales, entre otras, la dirección de la mirada.
En otras palabras, convencieron a la comunidad científica de que el cerebro esta especializado en regiones que interpretan información de la cara.
Durante sus más de 20 años dedicados a estudiar y describir las propiedades neurofisiológicas de estas células neuronales ha podido conocer de primera mano cómo nuestro sistema visual procesa información social, principalmente información proveniente de la cara, que es utilizada por la cognición social para poder interrelacionarnos.
De ahí dió el salto al estudio del atractivo facial y otras pistas presentes en la cara como rasgos de personalidad, edad, salud etc. que ha marcado su programa de investigación de los últimos años desde su laboratorio de percepción emplazado en la Universidad de St. Andrews, Escuela de Psicología y Neurociencia. Por cierto, universidad que celebra este año sus 600 años de existencia continuada.
Todo el conocimiento que ha venido adquiriendo en el estudio de esta parte del cuerpo que Cicerón dijo que era el espejo del alma lo ha vertido en una obra de divulgación científica condensada en 283 páginas que se diferencia de otras obras de este, relativamente nuevo, género en dos cosas sustanciales:
- a) es divulgación científica de primer orden porque es la investigación que él mismo ha llevado a cabo y no una obra de alguien que se basa en la investigación de otros; y
- b) está lejos de ser sensacionalista, sino que cumple con el rigor académico de no ofrecer pronunciamientos fuera de tono y excesivos sobre su área de estudio.
En 11 capítulos desglosa la ciencia detrás de la percepción del atractivo facial, desde la evolución y filogenia de la cara, las reglas que computan las características por las cuales juzgamos que una cara es bella, el interés innato de los niños recién nacidos en las caras, consejos para mantener una cara atractiva científicamente probados, ¡y no basados en el marketing sofista de la industria cosmética!, como por ejemplo, comer cinco piezas de fruta al día, los efectos de la vejez en el rostro, cómo las hormonas y otras condiciones endocrinológicas y/o fisiológicas influyen en las preferencias faciales, cómo el atractivo de nuestros padres y amigos moldean nuestras preferencias hacia las caras, y en última instancia, cómo de la atracción se pasa al amor.
Un libro que recomiendo enérgicamente a todo aquella persona interesada en la parte del cuerpo visible por la cual somos identificados y que revela nuestros estados mentales y afectivos: la cara
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