Monday, January 28, 2013

Las acciones voluntarias atenúan la sensación.

Desde que los organismos vivos empezaron a moverse estos tenían que diferenciar las sensaciones provenientes de sus acciones de las sensaciones atribuibles al entorno.

El cerebro humano para solucionar este problema sensorial ha creado modelos de control y planificación motora unidireccionales para diferenciar las sensaciones generadas por nuestro propio movimiento de las sensaciones externas del entorno (Wolpert y Flanagan 2001)

Un ejemplo de este tipo de sistema en acción es la imposibilidad de sentir con mayor intensidad la sensación que se produce cuando tu mismo te rascas, frente a cuando alguien lo hace por ti en una parte de tu cuerpo.

Fallos en este sistema de predicción de las consecuencias de nuestras acciones, incluidas las sensaciones, da lugar a enfermedades mentales psicóticas (Shergill et al. 2005).

Uno de los puntos todavía sin estar claro de este sistema de predicción motora es el papel del tiempo y la intensidad en las acciones y el lugar neuronal desde en el que se sincroniza.

Para ir contestando a estos interrogantes Shergill y colaboradores han diseñado un experimento en que miden la respuesta de activación de distintas áreas de la corteza somatosensorial secundaria mientras  15 participantes realizaban una tarea snsoriomotora que consistía en un par o torque de motor utilizado para presionar con el dedo indice derecho una palanca que ejercía una fuerza en el dedo indice de la mano izquierda.

Controlando sistemáticamente el tiempo de ocurrencia de la sensación del dedo indice izquierdo cuando se ejecutaba el movimiento del dedo indice derecho, se hizo posible la investigación de las bases neuronales de la modificación sensorial de las acciones por el putativo modelo de predicción unidireccional del cerebro durante una sesión de imagen por resonancia magnética funcional.

La activación de la corteza motora secundaria se atenuaba cuando la sensación del dedo indice izquierdo era consecuencia de una acción voluntaria a cuando era una acción generada mecánicamente.

Los datos apoyan fuertemente la idea de que la implementación de este sistema de predicción motora se realiza en la corteza secundaria somatosensorial, aunque no se puede descartar el papel que pueda jugar el cerebelo.

Investigar este sistema de predicción motora tiene relevancia clínica y se puede probar su consistencia en personas que sufren psicosis dado que estos modelos de predicción son importantes en la generación de percepciones alucinatorias.


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ResearchBlogging.orgShergill SS, White TP, Joyce DW, Bays PM, Wolpert DM, & Frith CD (2012). Modulation of somatosensory processing by action. NeuroImage PMID: 23277112

Thursday, January 24, 2013

Cita del día.

"Aunque no es cierto que todos los conservadores sean estúpidos, es cierto que una gran mayoría de gente estúpida es conservadora"

  -John Stuart Mill-

Monday, January 21, 2013

La cognición social como predictor de psicosis en el desorden genético 22q11.2

El 22q11.2 es un síndrome deletéreo (síndrome velocardiofacial o síndrome DiGeorge) o desorden neurogenético que resulta como consecuencia de una deleción del cromosoma 22q11.2.

Aproximadamente el 30% de las personas con este síndrome desarrollan un riesgo de psicosis en la adolescencia o edad adulta temprana haciendo de este síndrome uno de los raros casos de desorden genético que supone un factor de riesgo para desarrollar esquizofrenia.

La cognición social se ha identificado como uno de los predictores más fiables para el riesgo de psicosis en la esquizofrenia.

Esto es así porque la cognición social es un endofenotipo, o conjunto de rasgos cuantificables intermedios entre los genes subyacentes y la circuitería neuronal disfuncional.

Déficits en la cognición social se han encontrado en la esquizofrenia en numerosas dimensiones. Desde déficits en el reconocimiento emocional, identificar satisfactoriamente la emoción de otra persona, hasta en la Teoría de la Mente, la habilidad para entender las intenciones de otros. 

La profunda inadecuación social se ha visto como un signo característico de la esquizofrenia compartido con el síndrome 22q11.2.

En este estudio Jalbrzikowski y colegas han medido distintas variables mensurables del endofenoipo de la cognición social (memoria de trabajo, rapidez de procesamiento, memoria verbal, cognición espacial, inteligencia general...) en tareas de reconocimiento emocional y Teoría de la Mente en población control, y población con el síndrome 22q11.2 con el fin de poder mejorar en el conocimiento de la cognición social tanto en la esquizofrenia como en el síndrome 22q11.2.

Con un total de 62 participantes que consistía en individuos molecularmente confirmados pacientes con el síndrome deletério 22q11.2 e individuos control saludables se les administró, por un lado, una batería neuropsicológica divididos en ejerciciosque evaluaban la funcionalidad cognitiva general, y por otro lado, ejercicios en cognición social que median la capacidad de reconocer e identificar emociones e inferir intenciones de acuerdo a historias presentadas en viñetas.

La comparación entre los dos grupos mostró como la Teoría de la Mente es el mejor predictor de los síntomas positivos (psicosis y alucinaciones) en pacientes con 22q11.2.

En compración todos los sujetos del grupo con el síndrome 22q11.2 puntuó más bajo en todos los ejercicios tanto sociales como no sociales (principalmente Toería de la Mente y rapidez  de procesamiento) que el grupo control, observándose diferencias de edad en memoria de trabajo y conocimiento verbal. Había un incremento por edad en estas dimensiones en el grupo control.

Este estudio junto con otros viene a confirmar la hipótesis que establece una relación entre las regiones cerebrales responsables de la cognición social y la psicosis. 

Se sabe que las anormalidades neuroanatómicas y el déficit social son predictores claros de riesgo de psicosis tanto en pacientes con el sindrome 22q11.2 con esquizofrenia, como sin ella.


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ResearchBlogging.orgJalbrzikowski M, Carter C, Senturk D, Chow C, Hopkins JM, Green MF, Galván A, Cannon TD, & Bearden CE (2012). Social cognition in 22q11.2 microdeletion syndrome: Relevance to psychosis? Schizophrenia research, 142 (1-3), 99-107 PMID: 23122739

Thursday, January 17, 2013

Poema del día.

Extracto de A party of lovers

Pensive they sit and roll their languid eyes
Nibble their toast and cool their tea with sighs
Or else forget the purpose of the night
Forget their tea, forget their appetit

-John Keats-

Monday, January 14, 2013

Desordenes genéticos relacionados con la minusvalía intelectual recesiva autosomal.

La mayoría de los desordenes de minusvalía intelectual están asociados al cromosoma X. Más de 90 defectos genéticos se han encontrado para los desordenes asociados al cromosoma X. No obstante, para los desordenes de minusvalía intelectual más frecuentes, pero que son autosomales, todavía su estudio está en ciernes.

La identificación de estos genes detrás de los desordenes cognitivos que aparecen en la minusvalía intelectual recesiva autosomal es importante para el diagnostico, prevención, y en su caso, tratamiento del desorden cognitivo que subyace a estos desordenes.

 Los genes implicados pueden ser alrededor de cientos o miles. 

En este estudio Najmabadi et al. han utilizado la última tecnología de segunda generación en secuenciación genética, enriquecimiento de exones guiado, y mapeo combinado de homozigosidad para dilucidar las bases moleculares de la minusvalía intelectual.

En 78 de las 136 familias de la muestra se han encontrado mutaciones patógenas en genes singulares. 50 de estos genes no habián sido asociados previamente a la minusvalía intelectual recesiva autosomal.

La mayoría de las investigaciones sobre las causas moleculares de la minusvalía intelectual se han centrado en genes específicos sinápticos. 

Los genes encontrados en este estudio son expresados en funciones celulares indispensables, como la traducción y transcripción de ADN, degradación de proteínas, metabolismo energético etc.

La subsiguiente investigación en nuevos genes y redes de genes presentados aquí pueden arrojar luz sobre la patogénesis de la minusvalía intelectual y desordenes relacionados.


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ResearchBlogging.orgNajmabadi, H., Hu, H., Garshasbi, M., Zemojtel, T., Abedini, S., Chen, W., Hosseini, M., Behjati, F., Haas, S., Jamali, P., Zecha, A., Mohseni, M., Püttmann, L., Vahid, L., Jensen, C., Moheb, L., Bienek, M., Larti, F., Mueller, I., Weissmann, R., Darvish, H., Wrogemann, K., Hadavi, V., Lipkowitz, B., Esmaeeli-Nieh, S., Wieczorek, D., Kariminejad, R., Firouzabadi, S., Cohen, M., Fattahi, Z., Rost, I., Mojahedi, F., Hertzberg, C., Dehghan, A., Rajab, A., Banavandi, M., Hoffer, J., Falah, M., Musante, L., Kalscheuer, V., Ullmann, R., Kuss, A., Tzschach, A., Kahrizi, K., & Ropers, H. (2011). Deep sequencing reveals 50 novel genes for recessive cognitive disorders Nature, 478 (7367), 57-63 DOI: 10.1038/nature10423

Thursday, January 10, 2013

Cita del día.

"A los ingleses les gustan los excéntricos. Solo que no les gusta que vivan al lado"

  -Julian Clary-

Monday, January 07, 2013

"Big Data" en neuroimagen.

La neurociencia cognitiva-el estudio de la actividad cerebral como resultado de procesos cognitivos-ha ido pareja y de la mano del desarrollo tecnológico de la neurotecnología, y en particular, de la neuroimagen.

Aunque mucho hemos avanzado en describir la estructura de las funciones cerebrales, y se ha amasado una gran cantidad de información, todavía no se hace un uso eficiente de toda la información obtenida de los cientos de experimentos que se realizan al día.

Mantener un repositorio que archive las imágenes cerebrales que son caras de obtener, y no haga que una vez publicadas en las revistas profesionales se olviden y puedan mediante su difusión ser de nuevo analizadas e interpretadas por otros grupos de investigación y científicos; es de vital importancia.

La colaboración y la creación de centros de difusión de datos de neuroimagen es fundamental para el éxito de la neurociencia y sus diversas aplicaciones.

Experiencias similares en las ciencias biomédicas han sido muy satisfactorias. La cultura de compartir en las ciencias biomédicas está muy arraigada. No sin prejuicios iniciales a compartir información y datos por el miedo de ser "robados" de sus datos primarios o de que otros descubrieran algún patrón no visto previamente.

No obstante, la recomendación de las revistas, y las asociaciones científicas a compartir, y la progresiva mejora de la infraestructura informática para almacenar datos, convencieron definitivamente a los investigadores de los beneficios de compartir.

 La disciplina boinformática nació de la necesidad de crear herramientas para interpretar la información compartida sobre genómica. Compartir datos incluso ha dado lugar a un nuevo tipo de biomedicina guiada por la colección de datos de los cuales muchos de ellos son puestos a disposición de la comunidad científica en cuestión de días.

Los biobancos de los cuales "Genbank" es el ejemplo paradigmático ha permitido que otros científicos sean capaces de proveer de ideas más perspicaces que han dado lugar a nuevos formas de ver los datos y en el mejor de los casos nuevos tratamientos para enfermedades de índole genética.

En este artículo, John Darrell Van Horn y Michale Gazzaniga comparten sus experiencias del proyecto Centro para Datos fMRI ilustrando cómo nació el proyecto, las barreras sociológicas al mismo, y como de él y de la reutilización de los datos vinieron éxitos y logros científicos.

El proyecto comenzó en 1999 fruto del coraje de varios investiggadores entre los que se encuentran los autores con el auspicio inicial de algunas agencias gubernamentales de los EE.UU. que financiaron su puesta en marcha.

Se formó un comité asesor de neurocientíficos lideres en el campo de la neurociencia cognitiva para que dieran sugerencias y "feedback" al proyecto. Por otro lado revistas como la "Journal of Cognitive Neuroscience" dedicaron ediciones especiales para que los mejores  grupos de investigación de todo el mundo presentaran sus estudios de neuroimágen y se pudiera obtener datos.

Pro pronto empezaron a salir voces críticas. Editoriales de revistas de gran impacto como Nature y Science firmados por científicos descontentos con los requerimientos a la hora de ceder datos, sobre quién poseía las imágenes al compartirlas etc. y que cómo un grupo de personas de una modesta institución académica podían llevar a cabo tan magna tarea.

Esta reacción tan hostil de la comunidad de neurocientíficos y de especialistas en neuroimagen les cogió a los autores de este artículo fuera de guardia. No creían que un proyecto para compartir información y datos podía verse como nocivo.

Esto les hizo pensar si seguir con el proyecto o preguntarse si la disciplina estaba preparada para compartir datos.

La propiedad de los datos e información es, y fue, la principal preocupación.

La importancia del Centro para Datos de fMRI nunca fue la cantidad de bites almacenados, sino la calidad de los datos y su posible reutilización para nuevos descubrimientos sobre la función cognitiva.

Su decisión por continuar con este proyecto se ha tornado acertada y ahora en estos tiempos de cooperacion interdisciplinar y la tecnologia existente para procesar "big data" de contenidos tan dispares como información geológica, atmosférica, económica... les coloca en una posición privilegiada como para poder sugerir buenas prácticas a la hora de gestionar un centro para compartir datos en este caso del funcionamiento del cerebro.

Una buena gestión es necesaria. Múltiples modelos de gestión pueden coexistir y aunque se ha de tener en cuenta la opinión de la comunidad de investigadores y científicos, un plan de visión amplio es necesario tener.

Compartir los datos y la información es la norma más que la excepción en la era donde el "big data" existente hace que más que necesario que muchas manos se hagan cargo de obtener, archivar, analizar e interpretar la información.


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ResearchBlogging.orgVan Horn JD, & Gazzaniga MS (2012). Why share data? Lessons learned from the fMRIDC. NeuroImage PMID: 23160115

Tuesday, January 01, 2013

Reseña del libro "Neuromanagement" de Carlos Herreros.

El management actual parece ser una profesión desacreditada.

Quizás se deba a que no consigue que directivos, ni empleados, aporten lo mejor de si mismos para la buena marcha de las organizaciones y/o empresas.

Puede ser también la mala prensa del mundo de los negocios y de las empresas. Casos de corrupción, y decisiones erróneas con profundas consecuencias, inundan los informativos y primeras portadas de periódicos.

Pero por unas pocas personas (o ¿son muchas?) no podemos estigmatizar a  una práctica y actividad que ha supuesto la transformación de las sociedades humanas y ha sido una de las grandes innovaciones del siglo XX.

Lo que está claro es que el modelo tradicional del management está obsoleto y si seguimos con él en el siglo XXI nuestras sociedades y organizaciones fallarán.

El modelo tradicional del management, nos dice Carlos Herreros, es poco sostenible porque tiene elementos coercitivos y produce desigualdades que nuestro cerebro evolutivo rechaza (Herreros 2012, pág. 41).

El management actual no se adecua a nuestras necesidades naturales que Carlos Herreros apoyado en lo que dicen las ciencias del cerebro agrupa en: (iA) el institnto de adquirir; (iV) el instinto de vincularnos; (iC) el instinto de comprender y (iD) el instinto de defenderse.

Carlos Herreros, profesional de experiencia dilatada en el mundo empresarial y de la consultoría, propone un modelo alternativo en el cual inspirarse para cimentar el management sobre un nuevo terreno sobre el que construir para mirar al futuro y expandir el horizonte de la evolución del management (Herreros 2012, pág. 26 y ss.)

Este nuevo modelo es una receta que tiene por ingredientes la teoría de la evolución de Darwin, la ciencia de la felicidad y la neurociencia o el estudio biológico del cerebro.

La teoría de la evolución de Darwin (o para ser más precisos el principio de selección natural de Darwin y Wallace) le sirve a Carlos para establecer una analogía sobre la pervivencia o desaparición de las empresas en un entorno (el mercado) que exige un cambio y adaptación constante.

La ciencia de la felicidad, el siguiente ingrediente, asume que no hemos evolucionado para ser felices, solo para reproducirnos, pero esto solo podrá darse en nuestro caso si no enfermamos, si colaboramos con nuestros iguales, si gestionamos un patrón de pensamiento optimo con sentimientos positivos, si fomentamos las relaciones significativas y conseguimos florecer o alzanzar nuestras metas, es decir, un equilibro de las distintas aptitudes darwinianas o lo que es lo mismo: felicidad.

La neurociencia aplicada al liderazgo y la estrategia para encontrar soluciones innovadoras es el último ingrediente del modelo alternativo que Carlos ofrece.

Los recientes hallazgos de la neurociencia acerca de cómo funciona el cerebro permite aplicar dichos conocimientos para transformar la manera en la que las personas interactuan unas con otras en el lugar de trabajo. La neurociencia esa arrojando luz a cómo se produce la toma de decisiones en diferentes contextos y cómo ciertas variables y factores influyen el resultado de la decisión. Está conociendo mejor el poder de las emcociones y su relación con los procesos de razonamiento etc.

En definitiva, el estudio del cerebro nos puede ofrecer un mejor entendimiento del comportamiento de los lideres, directores, managers y trabajadores.


El nombre de la receta que reúne todos estos ingredientes es: neuromanagement.





El neuromanagement es una disiciplina que intenta aplicar el estudio del cerebro (las neurociencias) y su conocimiento a áreas como la gestión del capital humano, liderazgo, desarrollo empresarial, consultoria, problemas educativos, y "coaching".

Su principal misión es crear entornos de trabajo y organizaciones donde las personas se (inter)relacionen de la forma más adaptativa y optima posible.

El conocimiento que el estudio del cerebro y las ciencias del comportamiento aportan es  un mejor entendimiento del nivel micro-meso-y-macro, es decir, del nivel individual, organizativo/empresarial y sistémico social.

Podríamos decir que el "neuromanagement" es la neurociencia de las personas en las organizaciones que investiga los mecanismos de toma de decisión de las personas en la organización empresarial poniendo un gran énfasis en los aspectos positivos de la psicología individual que permiten y facilitan un bienestar en el entorno de trabajo.

Los diálogos entre la neurociencia y sociedad si son fructíferos pueden ser de gran ayuda. Conocer el cerebro es conocernos a nosotros mismos, conocer nuestra  naturaleza. Si conocemos cómo nuestro cerebro toma decisiones podemos aplicar dicho conocimiento en crear lideres y directores de empresa mucho más eficientes. Si conocemos las necesidades de las personas podremos estimular y crear entornos de trabajo mejor adaptados.

El libro de Carlos Herreros es una buena introducción en lengua castellana al "neuromanagement".  Este nuevo movimiento y filosofía empresarial  toma a la ciencia del cerebro como base para la construcción de un management ajustado a las verdaderas necesidades humanas.

Tanto si eres ejecutivo, líder de equipos, manager o empleado de empresa, este libro te puede aportar una nueva forma de entender el desarrollo de la ciencia del management y una nueva forma de mirar a las organizaciones. Siguiendo la idea de "meme" acuñada por Richard Dawkins, Carlos Herreros(2012 pág. 256) advierte que el problema del management actual es que son un conjunto de memes que impiden el pleno desarrollo de las personas en las organizaciones. El neuromanagement vendría a solucionar dicho problema. Un libro de amena lectura para acercarse a una nueva disciplina, el neuromanagement, de la que oirás mucho hablar.


¡Feliz año nuevo!

Lo mejor en ciencia del 2012.



Aquí.