El corazón y el cerebro es al cuerpo, lo que el motor y el volante, es al coche.
Siempre me ha fascinado la complejidad de estos órganos, la envidia y el sueño de todo ingeniero: poder crear dos máquinas tan perfectas como estas.
El cerebro y el corazón son tan necesarios que a lo largo de la evolución han tenido que dialogar entre si para crear el perfecto equilibrio que es la vida de aquellos organismos que afortunadamente disfrutan de sus servicios.
La neurocardiología es la ciencia humana que estudia e investiga esta danza y diálogo mutuo entre estas dos bestias.
La neurocardiología es el estudio de las rutas bidireccionales de conexión entre el cerebro y el corazón desde un punto de vista molecular, neurológico y fisiológico.
Pero la neurocardiología no solo lidia con los posibles problemas de coordinación entre estas dos bestias que por la importancia de cada uno, a veces quieren trabajar por separado, produciendo terribles y desastrosas consecuencias.
La neurocardiología en su vertiente menos clínica es la rama biomédica mejor posicionada para entender fenómenos como el origen de la emoción y los sentimientos.
El corazón es el mejor cerebro y el cerebro es el mejor corazón.
La frase de arriba no es tan enigmatica y misteriosa si entendemos que pese a que en los seres humanos y en otros muchos vertebrados solo hay un sistema nervioso, representado por el encéfalo (en la cabeza) y las subdivisiones del sistema nervioso periférico (simpático y parasimpático), muchos otros sistemas funcionan con un control propio, como con un cerebro en sí mismo.
En palabras de Robert Cooper tenemos un cerebro real en nuestros corazones y en nuestros estómagos.
De hecho el sistema entérico tiene tal especialización funcional con varias clases de neuronas específicas que al propio Cajal le maravillo y penso en más de una ocasion que era un cerebro situado en la zona abdominal.
Lo mismo se puede decir de la médula espinal.
El corazon, por su parte, tiene más de 40.000 células con una compleja red de neurotrasmisores, proteinas y células de apoyo (glia) que superan en número a muchas regiones del cerebro de nuestra cabeza.
Las preguntas más obvias para cualquiera son:
¿por qué tantas celulas especilizadas?,
¿para qué tanta sofisticación? tanto en el cerebro, en el estómago como en la médula espinal.
Si queremos entender que muchas decisiones en ámbitos de la vida tan dispares como la economía personal (microeconomía) o economía profesional (macroeconomía) se mueven por instintos, por emociones frugales, tenemos que adentrarnos en la neurocardiología.
El cerebro del corazón es incluso más rápido que el cerebro en nuestras cabezas, es por eso que hablamos de un instinto visceral (gut instinct).
Una intuicion inconsciente que muchas veces resulta ser mas efeciva que la planificacion racional, mas optima que la decision reflexiva de nuestro cerebro de la cabeza
Blaise Pascal dijo,
"El corazón tiene razones que la razón ignora"
y hoy, la neurocardiología le ha dado la razon.
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1 comment:
Me encanta tu post, muy bueno. son maquinas muy complejas que funciona de manera casi que perfecta y en mutuo beneficio como todos los organos del cuerpo, para preservar la vida, desgraciadamente no veo objetivo en preservar la vida, si no mas veamos lo que muchos hacen con ella, bueno no me saldre del tema, la cuestion es que es increible com funciona todo el cuerpo y saber que aun no sabemos como funcionan exactamente.
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