La relacion identitaria del hombre-persona-ciudadano con su estado-nacion es una relacion de muñecas rusas.
Una misma persona puede tener contornos identitarios solapados, transfronterizos o irreconocidos.
En mi caso, me puedo sentir barakaldes, del gran bilbao y por lo tanto bilbaino, bizkaino, vasco, español, europeo, ciudadano del mundo(cosmopolita) o miembro de la humanidad.
¿Cuál de estas identidades me es más propia?
Habitualmente los lazos historicos, la etnia, el lenguaje, la cultura comun son los principales enganches entre las personas que nacen (o deciden estar) bajo el estado-nacion.
Pero la globalizacion, para bien o para mal, ha corroido estos enganches.
Yo no veo diferencias esenciales entre una plaza londinense, parisina o una bilbaina.
Por esta razon, algunas voces claman por el fin del mito del estado-nacion.
Los problemas de un mundo globalizado (crisis fiancieras, cambio climatico, terrorismo, pandemias...) ya no pueden hacerse frente desde la soberania del estado-nacion.
Son problemas globales que deben atajarse por la comunidad global de un unico mundo.
O eso dicen.
Eduardo ha reflexionado en alguna ocasion sobre el fin del mito del estado-nacion.
En principio, el estado-nacion ha resistido el embate de multiples ataques y por ahora es el unico espacio politico que puede dar cabida a la mayoria de personas.
Pincha aqui.
No comments:
Post a Comment