Wu y colaboradores han ofrecido las primeras pistas del nodo regulador de interacciones sociales que activan unas áreas a expensas de otras.
La supervivencia de los vertebrados depende en buena medida de que desplieguen el comportamiento apropiado ante el estimulo apropiado. Ya sea un comportamiento agonístico, de evitación o parental.
Durante más de 100 millones de años la eyección de leche por parte de las glándulas mamarias de las hembra ha sido la principal fuente de nutrición y el primer tipo de contacto físico entre madre e hijo.
No solo por el periodo de gestación si no también por el tiempo de lactancia las madres invierten más en la progenie que los padres.
Una de las principales modalidades sensoriales que tienen los ratones para percibir socialmente a otros miembros de la especie es el sentido del olfato con un órgano de procesamiento de la información olfativa denominado órgano vomeronasal. Este órgano elicita respuestas innatas en el rodeor como comportamiento agresivo, evitativo o sexual.
En presencia de un roedor recién nacido un macho sin experiencia sexual suele actuar de forma indiferente pero la mayoría de las veces ataca.
Wu y colaboradores hipotetizarón que este órgano puede también estar implicado en la conducta parental. Para testar su hipótesis eliminaron de la señalización molecular una proteina de un canal de iones (TRPC2) que solo se expresa en el órgano vomeronasal. También observaron que una población neuronal de una estructura, el área media preóptica, se activa cuando los machos y las hembras expresan comportamiento parental y que puede ser modulado por el órgano vomeronasal.
Estos ratones modificados por ingeniería genética se mostraban menos agresivos ante los recién nacidos que sus congéneres silvestres.
Los experimentos que realizaron consistian en dos tipos. En primer lugar, eliminaban la expresión de neuronas de gelanina en el área media preóptica. En segundo lugar, modificaron por ingenierÍa genética diversos ratones para que expresarán la proteína canalrodopsina-2 y fuera activada mediante exposición a la luz.
Los resultados de estos dos tipos de estudios llevados a cabo de forma paralela fueron sorprendentes. La eliminación de neuronas que expresaban gelanina en hembras vírgenes provocaba que actuaran de forma agresiva ante los recién nacidos.
De estos hallazgos distintos modelos neuronales surgen. Uno de los más parsimonios es que las neuronas que expresan gelanina en el área media preóptica actúan como inhibidoras de las respuesta innata de atacar a los recién nacidos vía la señalización de información del órgano vomeronasal.
Parece ser que estas neuronas no solo están implicadas en la agresividad hacia los recién nacidos sino también en conducta agresiva entre machos lo que complica aún más las cosas. De todas formas este es uno de los primeros pasos para descubrir y delinear la función de circuitos neuronales con diversas funciones.
El cambio de conducta infanticida a conducta parental no es propio de los roedores se observa en todo el reino animal desde aves hasta mamíferos marinos.
Este tipo de circuitos muestran conductas estereotipadas pero sólo bajo ciertos tipos de condiciones. Estos es un ejemplo de que realmente el cerebro de los mamíferos es una proeza de versatilidad y modularidad.
Wu Z, Autry AE, Bergan JF, Watabe-Uchida M, & Dulac CG (2014). Galanin neurons in the medial preoptic area govern parental behaviour. Nature, 509 (7500), 325-30 PMID: 24828191
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