La desconfianza en la fiabilidad de las señales comunicativas es clave para entender cómo ciertos grados de engaño emergen y se mantienen en la comunicación de señales honestas.
Para que un sistema de señalizacion sea estable las señales deben conferir beneficios de aptitud darwiniana a los emisores y receptores lo cual significa que algún aspecto del diseño debe correlacionarse con una cualidad que el receptor se beneficia de saber.
Las señales animales deben permitir a los receptores tomar decisiones adaptativas que en ausencia de estas no harían (Johnstone y Grafen 1993). Este principio fundamental de la comunicación animal deviene de la relación consistente entre el diseño de la señal y la información que confiere a los receptores.
La fiabilidad de las señales es formalizada a partir de la correlación entre la estructura de la señal y la información disponible para los receptores (Searcy y Nowicki 2005).
La desconfianza en las señales es equivalente en muchos casos con engaño. La desconfianza en la señal es fruto algunas veces de procesos de engaño y otros no. Mientras que los procesos de engaño surgen de un conflicto entre emisor y receptor la desconfianza en la señal puede aparecer incluso cuando los intereses entre emisor y receptor son complementarios.
La distinción entre procesos de engaño y procesos sin engaño que llevan a una desconfianza en la señal corre paralelo a la distinción entre eficacia de la señal (resultante de presiones de selección que facilitan la transmisión de la señal y su percepción) y el contenido o la estrategia del diseño de la señal (resultando en presiones selectivas sobre el contenido de la señal).
La evolución de la desconfianza en las señales a través de procesos de engaño surge a partir de una propiedad saliente de los sistemas de comunicación animal. En promedio la interacción entre emisor y receptor debe proveer de un beneficio para ambos. Es por esto que el diseño de las señales surgen de un conflicto armamentístico entre el emisor y el receptor. Del interés del emisor de producir un cierto estimulo en los receptores y del interés de los receptores de usar la información de la señal en su propio beneficio.
Existen mecanismos que refuerzan la honestidad. como las señales indices difícilmente falsificables dado que estos están garantizados por la imposibilidad física de exagerar o atenuar las señales.
Parece ser que la evolución o aparición del engaño en la comunicación animal vía señales surge de la relajación en la correlación entre diseño/contenido de la señal provocado por el conflicto existente entre los emisores y receptores. Pero esto tiene sus ventajas. Esto refleja que muchas señales honestas son incompletamente honestas o engañosas y al mismo tiempo permite distinguir entre emisores informadores (que comparten algún tipo de interés con los receptores) y emisores parasíticos (que no).
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Carazo P. and Font E. (2013). Communication breakdown’: the evolution of signal unreliability and deception Animal Behaviour DOI: 10.1016/j.anbehav.2013.10.027
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