Durante las campañas electores una gran cantidad de dinero se destina a convencer a los votantes para que voten a un candidato sobre otro.
Pero parece ser que la formación de las preferencias políticas es un proceso que elude la atención y la deliberación, y más bien es un proceso que se moldea por influencias automáticas e inconscientes.
Evaluaciones rápidas de la competencia basadas en la apariencia de la cara se sabe que determinan el resultado de las elecciones (Ballew y Todorov 2007) y medidas implícitas de las actitudes que evalúan asociaciones automáticas (Friese et al. 2007) predicen las intenciones de voto.
Respuestas cerebrales automáticas en ausencia de deliberación consciente se ha podido registrar ante estímulos no políticos como preferencias por pinturas, casas, caras... cuando los participantes evaluaban estos estímulos frente a otros no preferidos (Lebreton et al. 2009)
Con estos datos en la mano los autores de este estudio, Tusche y col.., conjeturaron la posibilidad de que las respuestas neuronales pueden reflejar las preferencias políticas cuando la atención se distrae o se dirige a otro punto.
De igual modo hipotetizaron que las áreas cerebrales principales detrás de las preferencias políticas serían el estriato ventral, la corteza prefrontal media y la insula todas ellas áreas implicadas en la valoración de estimulos sociales.
Los sujetos del experimento (20, excepto dos descartados por varios artefactos en la toma de datos) tenían que completar una tarea de atención, mirar fijamente a una pantalla hasta que apareciera un cuadrado negro en alguna parte de la pantalla y presionar un botón para decir si lo habían visto o no, mientras se les tomaba una imagen por resonancia magnética funcional en el escáner.
Los estímulos fueron 24 imágenes de caras monocromáticas de políticos familiares y no familiares de dos principales partidos alemanes con representación en el parlamento. Dos ejercicios comportamentales antes del experimento con la pregunta "¿Conoces a este político? y ¿a qué partido político pertenece? determinaron la familiaridad de las caras de los políticos y su filiación partidista.
Distintas puntuaciones, atractivo facial, competencia, confianza... permitieron al mismo tiempo establecer la posible disociación entre la preferencia positiva o negativa de un político independientemente de si su filiación era a un partido preferido.
Después del escaneado y sin que lo supieran durante el mismo se les pregunto por sus preferencias políticas.
Como tarea comportamental posterior se les pidió que con un montante de 12 euros seleccionaran que cantidad querían donar a su partido político preferido.
Regiones cerebrales cuya activación se contrastaba durante la observación pasiva de políticos familiares asociados a un partido político preferido o no preferido reflejaba la diferencia individual voluntaria a donar a un partido.
Durante las sesiones de escaneado la tarea consistía en fijar la atención a un cuadrado que cada 0.8 segundos aparecía ya sea en la izquierda o derecha de la pantalla mientras tenían que apretar un botón con el dedo indice de la mano izquierda si aparecía en la izquierda y con el dedo indice de la mano derecha si aparecia en la derecha de la pantalla.
A un intervalo de 4.8 o 9.8 simultáneamente aparecía de fondo la imagen irrelevante para la tarea de un político. Antes de la sesión de escáner a los participantes se le informó que estas imágenes solo servían para distraerles de la tarea de identificar el lugar de aparición del cuadrado.
En un test comportamental postescáner se quería comprobar cómo de exitoso fue la fijación de la atención en el cuadrado para ignorar las imágenes de los políticos presentando un test de memoria sorpresa después de 10 minutos con 24 imágenes de políticos vistos durante la sesión de escáner y 24 imágenes de políticos no vistos.
Parece ser que este estudio muestra como las respuestas cerebrales reflejan las preferencias políticas individuales.
Las preferencias de políticos nacionales se codifican en el estriato ventral un área relacionada con el procesamiento de las recompensas y la valoración de diversos estímulos sociales. La activación de esta área por el político preferido es independiente de si esta asociado a un partido político no preferido.
Áreas cerebrales previamente asociadas a juicios de preferencia por items de consumo como la ínsula, corteza prefrontal media, y corteza anterior cingulada estaban implicadas en la preferencia por el partido político preferido.
Durante las sesiones de escaneado la tarea consistía en fijar la atención a un cuadrado que cada 0.8 segundos aparecía ya sea en la izquierda o derecha de la pantalla mientras tenían que apretar un botón con el dedo indice de la mano izquierda si aparecía en la izquierda y con el dedo indice de la mano derecha si aparecia en la derecha de la pantalla.
A un intervalo de 4.8 o 9.8 simultáneamente aparecía de fondo la imagen irrelevante para la tarea de un político. Antes de la sesión de escáner a los participantes se le informó que estas imágenes solo servían para distraerles de la tarea de identificar el lugar de aparición del cuadrado.
En un test comportamental postescáner se quería comprobar cómo de exitoso fue la fijación de la atención en el cuadrado para ignorar las imágenes de los políticos presentando un test de memoria sorpresa después de 10 minutos con 24 imágenes de políticos vistos durante la sesión de escáner y 24 imágenes de políticos no vistos.
Parece ser que este estudio muestra como las respuestas cerebrales reflejan las preferencias políticas individuales.
Las preferencias de políticos nacionales se codifican en el estriato ventral un área relacionada con el procesamiento de las recompensas y la valoración de diversos estímulos sociales. La activación de esta área por el político preferido es independiente de si esta asociado a un partido político no preferido.
Áreas cerebrales previamente asociadas a juicios de preferencia por items de consumo como la ínsula, corteza prefrontal media, y corteza anterior cingulada estaban implicadas en la preferencia por el partido político preferido.
El estriato ventral parece jugar un papel clave en la formación automática de las preferencias a la hora de valorar las imagenes de los políticos. La activación lineal de áreas como la ínsula y la corteza cingulada predice la futura donación a partidos.
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Tusche A, Kahnt T, Wisniewski D, & Haynes JD (2013). Automatic processing of political preferences in the human brain. NeuroImage PMID: 23353599
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