En fracciones de segundos, antes si quiera del apreton de manos o el beso de rigor cuando te presentan a alguien en el pub una noche, ya te has formado un juicio de la otra persona que marcara los destinos de ambos.
Nuestro cerebro social ha coevolucionado con los estimulos sociales de forma paralela para explotarlos y/o procesarlos de la forma mas eficaz posible.
En el mundo social no hay tiempo para rectificaciones, y si te equivocas te puede salir caro, o por lo menos, asi resultaba ser en el entorno evolutivo ancestral de nuestros antepasados.
Imaginate vivir en una banda nomada de unas 25 o 50 personas principalmente emparentados matrilinelamente dedicados a la caza y con una marcada divsion del trabajo entre los generos y miembros del grupo que compite por los recursos de la tierra con otras bandas(pero tambien dentro del grupo)
Registrar quien es un leal compañero o amigo, quien es o puede ser tu pareja requiere de un cerebro capaz de detectar el engaño y las disposciones, las emociones y los deseos...
Nuestro cerebro social codifica la compleja informacion social ayudado por una estructura, la amigdala, que responde de forma automatica e inconsciente a la saliencia (valor e intensidad) de los estimulos sin necesidad de un procesamiento cognitivo.
Nuestros cerebros evaluan muy bien la informacion y señales sociales desechando la informacion irrelevante de la relevante bajo el criterio de la preferencia subjetiva influenciado por nuestras experiencias, valores...
Investigadores del laboratorio de la neurocientifica Elizabeth A. Phelps han observado como ante la misma informacion social los juicios difieren pero se encuentra una escala de activacion parametrica de la amigdala y la corteza cingulada posterior proporcional a la valoracion del estimulo.
Pincha aqui.
No comments:
Post a Comment