Tuesday, December 02, 2014

Todos lo cruzan.

La ciencia no puede ser el refugio de la intolerancia, el pensamiento reaccionario, ni la justificación de ideologías políticas o agendas extra-científicas.

Julio Cesar cruzando el Rubicón.F. Granacci 1493-1494. En alusión a la expresión "cruzar el Río Rubicón" que expresa lanzarse a una empresa de consecuencias arriesgadas. En mi opinión todas las sociedades humanas han cruzado su propio Rubicón de una u otra manera.


El título de esta entrada es una imitación de esta, pero su mensaje es diametralmente opuesto.

Mientras que en la entrada referida se afirma controvertídamente que el pensamiento filosófico-científico es exclusivo de "hombres blancos, europeos y acomodados" excluyendo a las mujeres y a otros pueblos y etnias de la curiosidad por conocer la realidad y el universo que nos rodea, esa curiosidad patológica que llamamos ciencia, en esta entrada no quiero ofrecer pronunciamientos tan extremos ni grandilocuentes, tampoco quiero una confrontación dialéctica estéril (véase la solución más abajo); pero quiero presentarte el desideratum mínimo que conforma toda práctica y actividad científica: 

  • ser riguroso, 
  • adherirte al estándar de la excelencia científica
  • ser responsable y comprometido con el resultado de tu investigación y su impacto social.

Cita(s).

La entrada a la que me refiero es una forma de autoafirmarse por parte del autor a raíz de una serie de intercambios mantenidos en la red social de Facebook. En estos intercambios el tema de la discusión empezó siendo la práctica científica que como he dicho el autor de la entrada referida sostiene que es exclusiva de "hombres blancos, europeos y acomodados". Mi respuesta ante esta hiperbólica afirmación fue "la ciencia no entiende de nacionalidades, género ni geografía".

El intercambio acabó centrado en las diferencias sexuales y la inteligencia, algo mucho más concreto que el destino de las sociedades, siempre contingente y sí sobreviven o colapsan es fruto de múltiples factores (1, 2 ). 

La inteligencia es uno de los rasgos que más se ha identificado con las teorías sobre la naturaleza humana por su impacto social. Se ha correlacionado con el éxito en la vida y la funcionalidad y cualquier pronunciamiento sobre las diferencias en inteligencia de los individuos es controvertido (23).

La variabilidad y las diferencias individuales son un elemento central de la biología de la naturaleza humana. Pero es equivocado creer que los rasgos o caracteres detrás de la variabilidad y diferencias individuales son independientes del contexto e inmutables (4).

Nuestras sociedades democráticas se fundamentan en un principio ético fundamental: la igualdad social humana. Sobre este principio se asientan las legislaciones, cartas magnas y tratados de múltiples países e incluso los DD.HH.

Hay personas que tienen miedo que se pueda afirmar que la inteligencia o cualquier otro rasgo es variable y diferente según qué grupos humanos. Pero su temor es infundado porque de cómo son las cosas nada tiene que ver cómo deben ser (falacia naturalista). Como digo el principio ético que regimenta nuestras sociedades democráticas es la igualdad social humana. 

No obstante, la estereotipación y el prejuicio no es irracional. Del hecho de que algo sea así, no se puede tampoco diseñar irreflexivamente la tipificación de nuestras legislaciones (falacia anti-naturalista). Por ejemplo, se sabe que el hombre tiene una mayor tendencia a la agresión y comete  más delitos de índole sexual (abusos, violaciones... 5) por factores biológicos, sin embargo, esto no es razón para que la legislación exoneré, exculpe o justifique estas conductas porque sea así.

Pero el problema surge cuando ciertos grupos de interés buscan en la variabilidad o la diferencia (independientemente del poder estadístico del tamaño del efecto y métodos de análisis 6) agendas extra-científicas con permeabilidad en la política y la sociedad.



Hechos.

La inteligencia es un concepto difícil de definir y de consensuar (7). Los individuos difieren en su habilidad para comprender ideas complejas, aprender de la experiencia y guiar el comportamiento gracias al pensamiento. Por otra parte, los individuos no tienen una competencia o realización que persista en distintas ocasiones. Los mismos individuos varían según el momento, según las tareas y según las metodologías empleadas para medir su competencia.

A pesar de la dificultad filosófíca de definir la inteligencia, dos son los conceptos de "inteligencia" empleados para agrupar estas características variables:

  • la inteligencia fluida o GI (Inteligencia general, factor g) capacidad para resolver problemas nuevos
  • la inteligencia cristalizada o CI, habilidades aprendidas y conocimiento estático como vocabulario

La primera inteligencia se asocia fuertemente con la memoria de trabajo (8), la segunda con el lóbulo temporal y el hipocampo (9).

La inteligencia tiene un fuerte componente genético y es heredable (10). Pero un punto de malentendidos muy frecuente es que si la inteligencia es heredable y tiene factores genéticos, entonces es inmutable. De la heredabilidad de la inteligencia en ningún caso se puede inferir que la inteligencia no se puede modificar, y que por tanto, no tiene sentido educar o ser educado.

El medioambiente afecta fuertemente a la inteligencia y el entorno prenatal también (11). De hecho, a veces es difícil distinguir cuál es el componente genético del medioambiental.

En mi opinión, como en la opinión de los investigadores, la inteligencia tiene una base neurobiológica. Estudios convergentes de la genética, psicometría, psicología social y neuroimagen están ofreciendo una descripción de los procesos y mecanismos detrás de la inteligencia. Este entendimiento mecanístico de la inteligencia tiene aplicaciones. Se puede encontrar formas de mejorar la inteligencia con propósitos educativos y sociales.

Desde un punto de vista neurobiológico las diferencias entre grupos (o raciales) no son tratables. Hay más diferencias dentro de los grupos que entre grupos (12). Por otra parte, la contribución genética en la inteligencia difiere según el entorno (13), con lo que las inferencias que se hagan sobre la heredabilidad de la inteligencia tienen que hacerse con cautela.



El "nudo alejandrino" de la cuestión.

Los fundamentalistas reaccionarios no sé que pueden responder ante la única pregunta que existe en el campo de estudio sobre las ciencias humanas:


  1. ¿cuál es la ética del conocimiento científico y su aplicación social?

El conocimiento científico no es ni bueno, ni malo; pero sí su uso. Nadie puede censurar la investigación científica porque sus resultados levanten un revuelo ético, pero si que se puede censurar porque su aplicación y su conducción en la forma del diseño y experimentación no sea ética.

Me da la impresión de que los fundamentalistas reaccionarios solo se quedan con el hecho de que la inteligencia tiene un componente genético, es heredable y hay diferencias individuales. Pero no admiten, ni toleran, que está fuertemente influenciada por el medioambiente, hay factores correlacionales y no causales que pueden confundir y crear artefactos en la interpretación de los resultados, que la inteligencia no es fija (14, 15), y que una vez tengamos un mejor conocimiento mecanístico de la inteligencia se puede mejorar interviniendo a la gente.

Un fundamentalista reaccionario qué gana con saber que hay diferencias individuales en la inteligencia. Creo que mantener su status quo. Un status quo imaginario donde hay gente que vale y otra en la que no merece gastarse un solo céntimo del dinero público en educación con igualdad de oportunidades para todo el mundo con independencia de su raza, sexo y condición socio-económica. Y esta deducción no es mía.  Uno de estos intolerantes fundamentalistas reaccionarios, Arthur  R. Jensen, ha argumentado en más de una ocasión que la heradibilidad de la inteligencia es una razón en contra de la intervención educativa de las minorías étnicas.



Solución.

La ética del conocimiento científico es fundamental. Una serie de medidas para garantizar que se sigue el desideratum de la empresa científica, más arriba señaladas, son estas:

  1. Para preservar la libertad de investigación incluso en temas socialmente controvertidos es necesario crear un panel de investigadores de colaboración entre adversarios (16). Esto evitaría las guerras culturales y académicas de unos investigadores citando de manera sesgada a quienes están de acuerdo con sus diseños, hipótesis, metodologías y resultados. 
  2. La redacción de los experimentos no debe utilizar un lenguaje de odio a personas y/o grupos.
  3. Consentimiento informado de los grupos o individuos.

Estas medidas éticas son difíciles de conseguir, pero si quiere ajustarse  uno a los supuestos del desideratum de la empresa científica, adherirte al estándar de la excelencia científica, son imprescindibles. Este mismo supuesto directamente te lleva a otro, ser responsable y comprometido con el resultado de tu investigación y su impacto social. Cuando se ha avanzado mucho en las bases neurobiológicas de la inteligencia, pero todavía hay muchos interrogantes, uno no puede pronunciar afirmaciones tan tajantes como las que la entrada referida hace. Y esto, de nuevo, directamente te lleva a otro supuesto del desideratum de la empresa científica: ser riguroso.


¡Sí, todos lo cruzan!

Eduardo, ha realizado un adenda a su entrada refiriéndose a esta entrada. En su adenda (aquí) dice que no es interesante discutir con personas que no representan adecuadamente las posiciones de otro.
Juzga por ti mismo el intercambio en la red social de Facebook que ha dado lugar a esta entrada de blog y a la suya:

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Me dice que reconstruyo mal su postura y que su postura es que la biología + medioambiente (qué cosas ésta es mi postura también, si lo llego a saber no entro al trapo discutiendo en más de 180 comentarios en la red social de Facebook!!!).

Como digo, mi postura es la misma. Pero Eduardo sería capaz de aludir a todos los 20.000 genes de nuestra especie para mostrar cualquier diferencia y/o variación en las habilidades mentales y cognitivas de las personas, antes que factores medioambientales. Este ha sido el "quid" del debate. Yo reconozco la interacción entre biología y medioambiente, supuestamente Eduardo también, pero mientras yo menciono el "sexismo", "discriminación directa e indirecta", "techos de cristal", "profecías auto-cumplidas", "educación diferenciada", "políticas fiscales", "racismo y esclavitud","servicios públicos e infraestructuras", "maternidad", "conciliación familiar" etc. etc. como factores que han sido y son parte de la explicación de las diferencias entre hombres y mujeres; Eduardo no menciona  NINGUNO de estos factores moduladores. En un último intercambio le he dicho que reconozca estos factores, si su postura es reconocer la interacción biología + medioambiente. 

















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