Lo que más me indigna ver es la guerra "psicológica" y proselitista de adhesion a la causa de uno u otro bando en los rotativos, redes sociales y platos de TV en lo concerniente al ciclo eterno de violencia israelí-palestino.
El conflicto, o mejor dicho guerra, israelí-palestina alinea ferreamente en tribus ideológicas a las personas que se agarran a un discurso compartido de referencias que les situa en una posición moral de superioridad frente al adversario que les incapacita para escuchar los argumentos del otro y ver muchas veces lo tristemente absurdo de sus posiciones.
Esto prepara el terreno para la deshumanización del otro y genera un germen de odio que justifica la escalada de violencia en una espiral irracional.
Todo esta fenomenología sería digna de discusión, debate y estudio si no fuera porque mueren cientos de personas civiles, población indefensa, entre el fuego cruzado.
El sentido e intuición racional más común se deja de lado. En lugar de construir puentes de entendimiento que conduzcan a una paz duradera se sigue ofreciendo argumentos tópicos sobre el derecho a la legitima defensa de Israel, el estatuto terrorista de la organización de Hamas, cuántos mueren de uno u otro bando o si la vida de un israelí es más valiosa que la vida de un palestino.
Israel acusa a Hamas de que utiliza escudos humanos y que por tanto es inevitable que haya victimas civiles. Pero, ¿tantos? y por encima de todo niños. No es creible. La comunidad internacional cada vez más piensa que Israel está cometiendo crímenes de guerra y sigue ocupando territorios ilegalmente. Igualmente la estrategia de Hamas es priorizar ganar en un conflicto a cualquier precio incluso si esto lleva al derramamiento de sangre de su propio pueblo. Esto parece indicar que a Hamas no le interesa su gente ni la paz.
Basta ya de debates estériles y que se asienten las bases para un diálogo entre ambas partes conducido por la comunidad internacional (Europa y EE.UU. tienen mucho que decir en esto) hacia el cumplimiento de todas y cada una de las resolucones de la ONU.
Pincha aquí para verlas.
Para mi esta es la única opción para poner fin a una espiral irracional de violencia que retroalimentado por mecanismos psicológicos de deshumanización del adversario engendra odio y motiva para continuar usando isntrumentalmente una violencia ciega con consecuencias trágicas.
Como dice Ali A. Rizvi en un artículo de ayer en el Huffington Post en el conflicto israelí-palestino uno no puede ser pro israelí ni pro palestino, tiene que estar a favor de ambos. Por encima de todo esta guerra o conflicto es una crisis humanitaria. Si uno defiende la democracia, no desea estados teocráticos y quiere una solución de dos estados coexistiendo tiene que ser al mismo tiempo pro israelí y pro palestino.
No comments:
Post a Comment