En los EE.UU. la segunda enmienda de la constitución permite portar armas. Tener un arma es un derecho constitucional. En los EE.UU. 85 americanos mueren al día por arma de fuego y uno de ellos tiene 14 años o es menor.
Se espera que para el 2015 el número de muertes por armas de fuego supere el número de muertes por accidente de tráfico.
El tiroteo masivo en una escuela elemental de Newtown el 14 de diciembre del 2012, levantó un nuevo debate que llegó hasta la Casa Blanca sobre el control de armas que todavía perdura, pero que como siempre quedará en nada hasta el siguiente. (Al tiempo de escribir esta entrada Aaron Alexis fue abatido por la policía tras presuntamente haber matado a 13 personas en Washington.).
Como todo debate polarizado los activistas a favor de un control de las armas creen que un mayor número de armas incrementa el número de homicidios y crímenes, por contra los críticos creen que un mayor número de armas reduce los asaltos con armas de fuego porque los potenciales asaltantes se lo pensarán dos veces al saber que los ciudadanos están armados.
Adeline Lo actual doctoranda en el Departamento de CC. PP. de la Universidad de California, San Diego, y James Fowler profesor en la misma facultad, se preguntan: ¿Quién tiene razón?
En un artículo publicado en PLOS one Wodarz y Komarova (2013) han creado un modelo matemático para intentar responder precisamente a ésta pregunta y con una extremada cautela responden que a más armas peor las cosas.
Modelizar un sistema social complejo como este requiere una gran cantidad de suposiciones pero la investigación científica sugiere que los parámetros clave son: el ratio de posesión legal e ilegal de armas, la prevalencia nacional de ataques armados y ataques sin armas, la probabilidad de fatalidades en dichos ataques, y las políticas de prevención de estos ataques.
Las correlaciones de los estudios hasta ahora realizados son difíciles de interpretar. La diferencia del modelo de Wodarz y Kamarova es que han diseñado un modelo de control de armas según qué políticas tiene en cuenta sus efectos. Wodarz y Kamarova asumen una relación positiva entre el número de poseedores de armas y el número de ataques con armas. Esto es razonable, si no hay armas no hay ataques con armas. Pero también asumen que hay una relación negativa entre el número de posesión de armas y la probabilidad de que alguien que esté blandiendo un arma la utilize. Esto es así porque personas no-criminales también poseen armas. Un potencial asaltante se lo pensará dos veces en atacar a una potencial victima si ésta lleva un arma. Otros factores incluidos en el modelo son el riesgo de morir por un ataque con arma de fuego y el éxito de distintas políticas de control de armas
Pero la suposición clave del modelo de Wodarz y Kamarova es que hay esencialmente dos mundos perfectos: un mundo sin armas (donde nadie puede atacar) y mundo con armas (donde nadie quiere atacar). Entre medias de estos dos mundos tenemos lo peor de ambos, porque algunos criminales tienen armas y han elegido usarlas.
Esto significa que la dependencia del factor de disposición de armas es crucial para moverse entre posiciones intermedias por los dos mundos perfectos. En otras palabras, la realidad.
Usando los valores y estimaciones de la investigación Wodarz y Kamarova muestran como su modelo implica que políticas de control de armas más estrictas son la mejor forma de reducir las muertes por armas de fuego.
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Wodarz D, & Komarova NL (2013). Dependence of the firearm-related homicide rate on gun availability: a mathematical analysis. PloS one, 8 (7) PMID: 23923062
Lo A, & Fowler JH (2013). Social science: The mathematics of murder. Nature, 501 (7466), 170-1 PMID: 24025834