Monday, December 31, 2012

Un modelo neurobiológico bayesiano de la histeria.

Durante siglos la medicina ha estado observando síntomas y signos de las enfermedades para poder tratarlas y con el desarrollo de las técnicas cómo estos síntomas y signos son generados por las enfermedades.

Sin embargo, hay una serie de pacientes que desde los primeros registros históricos hasta el día de hoy presentan una serie de signos y síntomas que eluden el diagnóstico.

A estos pacientes se les llamaba "histéricos". Hoy eliminando la connotación peyorativa de histeria se alude a estos pacientes que presentan enfermedades no orgánicas, médicamente inexplicables, psicogénicas, conversión...

Estos pacientes suponen un enorme coste económico y social para los sistemas de salud pública.

Sus síntomas y signos permanecen inexplicados.

Edwards y colaboradores usan un modelo neurobiológico de inferencia jerárquica bayesiana para explicar  los síntomas sensoriales y motores de estos pacientes en términos de percepción y acción que surgen de evidencias y creencias a prioricas sobre información sensorial.

Llaman a lo que antes se conocia como histeria y actualmente con etiquetas menos peyorativas como síntomas no-orgánicos médicamente inexplicables, psicogénesis etc. "síntomas funcionales y motores" que creen se crean por procesos atencionales y procesos doxásticos (guiados por creencias).

Una interpretación bayesiana del funcionamiento del cerebro puede dar cuenta de síntomas funcionales y motores desde el funcionamiento y operación normal de la neuroanatomía de la percepción dando lugar a síntomas que son interpretados por los pacientes como involuntarios y no deseados.

Para entender los fallos de las inferencias perceptuales que dan lugar a los síntomas funcionales y motores hay que conocer de forma precisa la neurobiología de la atención y la percepcion en terminos computacionales y a nivel sinaptico.

Tenemos muchas evidencias de que el cerebro está estructurado de manera jerárquica (Felleman y Van Essen 1991) donde los "outputs" de un sistema sirven de "inputs" de otro. 

Basándose en un modelo bayesiana jerarquico y teoría del funcionameinto del sistema nervioso llamada la "teoría de la energía libre" que dice que todo sistema biológico u organismo tiende a minimizar la media a largo plazo de sorpresas, donde por sorpresa en este contexto significa información sensorial no esperada, entienden que la sorpresa media a largo plazo es entropía (dispersión) de sensaciones. Un fallo en minimizar la entropía o dispersion de sensaciones produce un mayor ruido e impide procesos de homeostásis y auto-organziación necesarios para todo sistema biológico.

Los organismos minimizan la sorpresa construyendo una estructura jerárquica de como las sensaciones (interoceptivas, exteroceptivas, propioceptivas) son causadas, así la sorpresa sensorial se minimiza reduciendo los errores predictivos.

Esta forma de operar de la neuroanatomía de la percepción y de la acción se dice es bayesiana porque la teoría bayesiana evalúa la probabilidad posterior de una hipótesis dada una serie de creencias previas sobre su  probabilidad y los datos relevantes.

En este sentido los síntomas funcionales y motores antes conocidos como histéricos son el resultado de un desorden anormal de expectativas y atención mal focalizada.

Con el empleo de este modelo bayesiano que explica como esquema las operaciones de la neurobiologia (neuroanatomía estructural y jerárquica) de la percepción y acción se explica los síntomas funcionales motores y sensoriales.

Los síntomas en el espectro de la somatización y/o conversión pueden ser entendidos como creencias previas patológicas mediadas por procesos atencionales que dan lugar a síntomas perceptuales y motores, creencias posteriores, que son vistas como involuntarias por los pacientes.

Dicho de otra forma los síntomas funcionales motores y sensoriales de lo que antes conocíamos como histeria son el resultado extremo de un fenómeno común dentro de las redes de  codificación de predicciones   primar las creencias previas sobre los datos sensoriales que está detrás de experiencias perceptuales normales como las ilusiones ópticas y el placebo


 ----------------------------------------------


ResearchBlogging.orgEdwards, M., Adams, R., Brown, H., Parees, I., & Friston, K. (2012). A Bayesian account of 'hysteria' Brain, 135 (11), 3495-3512 DOI: 10.1093/brain/aws129


Monday, December 24, 2012

Ritmo en arquitectura.

El ritmo se ha definido de distintas formas en el arte y las artes performativas o escénicas como un patrón de recurrencia, movimiento en acción, o repetición.

Por ejemplo, el ritmo en la música se ve como la repetición de un tono o melodía fijo,  usado para generar música.

En el lenguaje o la escritura el uso de la repetición de ciertas palabras sirve para generar ciertos impactos o efectos pragmático-lingüísticos o incluso psicológicos (emocionales) en el observador o perceptor.

La repetición de un sonido, una palabra, una silaba, una linea, una stanza, o patrón métrico es un medio de unificación para fortalecer una repuesta emocional y proveer de un sentido de equilibrio.

El uso del ritmo se da en múltiples disciplinas para conseguir ciertos efectos.

En el diseño (y la arquitectura) el ritmo también se emplea.

Normalmente se emplea para la creación de formas mediante el uso de la repetición de distintos elementos como los colores, luz, espacios, estructuras etc.

Parece ser que la idea central del ritmo es la creación de repetición independientemente de que área de estudio se trate.

Esto es así porque el ritmo es una característica esencial de la cognición humana que le permite procesar la información de una forma más eficiente.

El ritmo en distintas áreas, ya sean las artes como el diseño o la arquitectura, se emplea como una estrategia para coordinar actitudes.

Hay reglas o procedimientos de acción para crear ritmo aplicada a las formas cuando se trata del diseño o la arquitectura.

Estas reglas son:

1) Repetición en las formas
se crea un ritmo regulas a través de la repetición regular de un elemento

2)  Repetición en la estructura
el ritmo estructural se crea mediante la combinación de columnas que creen una estructura particular

3)  Repetición en las luces
un ritmo reflectivo se crea mediante la apertura de una suprficie sobre la que caiga la luz de un modo regular

 4) Repetición en las funciones
espacios modulares a menudo recurren a acomodar requerimientos funcionales similares

 5) Repetición en el movimiento
un ritmo de flujo genera una sensación de movimiento siendo orgánico por naturaleza

6) Repetición en el proceso
un ritmo no solo se puede crear mediante el uso de la recurrencia de un elemento, también a través de la iteración

7) Repetición en el crecimiento
un ritmo también se crea mediante una forma reverberante o una forma que cree desde un punto de forma aditiva siguiendo un curso específico

El ritmo así concebido para su uso en el diseño y la arquitectura es la repetición de un motivo a intervalos regulares o irregulares.

 ----------------------------------------------

ResearchBlogging.orgChan, C. (2012). Phenomenology of rhythm in design Frontiers of Architectural Research, 1 (3), 253-258 DOI: 10.1016/j.foar.2012.06.003

Friday, December 21, 2012

Wednesday, December 19, 2012

Los 5 mejores libros de filosofía, psicología y ciencias cognitivas del 2012.




1) Philosophy in the Age of Science: Physics, Mathematics and Skepticism


Una colección de ensayos donde Hilary Putnam, uno de los más distinguidos filósofos de las últimas décadas, defiende su realismo en la ciencia, las matemáticas, y la moral.


Paul Thagard presenta su perspectiva sobre cómo cambia el modo de pensamiento científico de los científicos.


Todo lo que hay que saber sobre la ciencia de la conciencia, quizás el problema más importante de la ciencia, enfocado desde un formato literario que recuerda a las confesiones de San Agustín porque Koch confiesa haber dedicado media vida a la investigación trabajando codo con codo con las figuras más egregias, como su amigo y mentor Francis Crick,  y al idealismo romántico de Rosseau porque se puede pensar que Koch sigue creyendo que el reduccionismo es la estrategia más realista para resolver este problema.


El psicólogo evolucionista, afincado en Oxford, Robin Dunbar nos cuenta las funciones evolutivas detrás de los gestos románticos más habituales y comunes como los besos respondiendo a la pregunta general y mucho más filosófico-científica: ¿por qué nos enamoramos?

5) Why Animals Matter: Animal Consciousness, Animal Welfare and Human Well-Being

Mariam S. Dawkins, una de las expertas mundiales en bienestar animal, examina críticamente la idea de que  la promoción del bienestar animal tenga que estar basado en el sufrimiento y conciencia animal. Dos conceptos que de momento no son más que proyecciones antropomórficas sin una base científica.


Monday, December 17, 2012

Diferencias sexuales en cognición social durante la evaluación de estímulos faciales.

Diversos intentos de entender mejor las bases neuronales del comportamiento orientado a recompensas se ha visto beneficiado de la distinción psicológica de dos elementos disociables: el querer y el gustar, nos aseguran Speckrelmeyer y colaboradores.

Mientras que el "gustar" son los sentimientos hedónicos asociados a una recompensa, el "querer" es la motivación o el deseo de urgencia de aproximarse a una recompensa.

Según la teoría de la "saliencia de los incentivos" (Berridge y Robinson 1998) el querer es un deseo que en su forma más básica es primigenio, basal y que puede ser elicitado incluso sin la consciencia del individuo.

Diseccionar psicológicamente el comportamiento orientado hacia recompensas entre "querer" y "gustar" es sumamente pertinente para explicar algunos tipos de conductas.

Es muy probable que a uno pueda gustarle algo, pero por deseos de alto-nivel y/o motivaciones sociales no quererlo.

De esto se sigue que "gustar" y "querer" ya no son sinónimos.

El caso de la búsqueda de drogas o drogadicción es un caso donde estos dos componentes psicológicos no solo están disociados, sino que incluso pueden ser antagónicos: a uno le puede gustar la sensación de drogarse, pero no quererla porque sabe que es pernicioso para su salud.

Cuando estos dos componentes actúan disfuncionalmente dan lugar a la adicción a la comida (Finlayson, King y Blundell 2007) , al deseo sexual irrefrenable (Krishnamurti y Loewenstein 2012) etc.

En el presente estudio, Speckrelmeyer y colaboradores han querido averiguar si las diferentes preferencias sexuales influyen en la evaluación de las recompensas cuando se trata de estimulos faciales placenteros (caras atractivas) y cómo se implementa al nivel neuronal el "querer".

Estudios iniciales llevados a cabo por Aharon et al. (2001) han mostrado como hay una activación selectiva de las areas de procesamiento de las recompensas, amigdala, nucleo acumbens y área ventral tegmental, en hombres heterosexuales ante la presentacion de estímulos de caras atractivas del sexo opuesta a diferencia de caras igualmente atractivas pero del mismo sexo.

Aún más estudios comportamentales, "trabajar-por-ver" y de puntuación" han indicado como ésta activación tiene un sesgo hacia el "querer" más que al "gustar" y que este efecto es más propio de los hombres que de las mujeres.

En este estudio para probar este efecto de que los hombres y mujeres heterosexuales valoran más las caras de miembros del sexo opuesto frente al mismo sexo y si estas diferencias neuronales relacionadas con el sexo ocurren al nivel del "querer" los investigadores usaron resonancia magnética funcional y una tarea de incentivos sociales derogada en el tiempo.

Estas tareas de incentivos sociales derogados se han estado utilizando desde hace más de una década para trazar los correlatos neuronales de las siferencias entre el "querer" y el "gustar".

Confrontando a los sujetos experimentales a pistas simbólicas que anuncian el valor de una ganancia potencial, este test permite monitorizar la actividad neuronal relacionada con las recompensas anticipadas.

Una gran cantidad de estudios con incentivos sociales derogados ha identificada una serie de áreas neuronales relacionadas con la codificación de las recompensas esperadas, incluyendo el núcleo acumbens, área ventral tegmental, corteza prefrontal ventromedial (Knutson et al. 2001, O´Doherty 2011).

Con este estudio se ha pretendido extender los hallazgos sobre las diferencias sexuales en la evaluación recompensante de caras masculinas y femeninas para entender mejor las diferencias sexuales en el procesamiento de recompensas sociales.

34 sujetos (30 definitivamente tras excluir a cuatro por no cumplir con los criterios) tomaron parte en el estudio y los materiales fueron la base de datos de expresiones faciales NimStim (Totteham et al. 2009).

El procedimiento experimental consistió en presentar una pista simbólica que anticipaba una expresión facial. Fueron 176 sesiones con medidas comportamentales (tiempo de reacción y aciertos) y una puntuación post-test según una escala de Likert del 1 al 7 (1 no recompensante; 7 muy recompensante) sobre 22 caras con expresiones faciales de distinta intensidad, todo esto durante una sesión de escaneado (resonancia magnética funcional).

Posteriormente, los participantes completaron una serie de cuestionarios de personalidad.

Los datos mostraron como tanto los hombres como mujeres heterosexuales respondián neuronalmente en la región mesolímbica (conjunto de estructuras relacionadas con el procesamiento de recompensas) de una manera más intensa con la presentación de rostros atractivos del sexo opuesto.

Parece ser que las mujeres eran más dependientes de estímulos sociales recompensantes mostrando una activación semejante ante estímulos de caras sonrientes independientemente del sexo.

También se observó una activación preferencial en las mujeres en la junción temporo-parietal implicada en en la cognición social.

Los hombres tenían una activación más pronunciada en el área mesolímbica con la presentación de estímulos del sexo opuesto. 

 ----------------------------------------------

ResearchBlogging.orgSpreckelmeyer, K., Rademacher, L., Paulus, F., & Gründer, G. (2013). Neural activation during anticipation of opposite-sex and same-sex faces in heterosexual men and women NeuroImage, 66, 223-231 DOI: 10.1016/j.neuroimage.2012.10.068


Tuesday, December 11, 2012

Cita del día.

"Las cinco habilidades esenciales para el emprendimiento exitoso son la concentración, discriminación, organización, innovación y comunicación"
  -Michael Faraday-

Monday, December 10, 2012

Genes, economía y felicidad.


De Neve, Christakis, Fowler y Frey han mostrado como los genes si que importan a la hora de considerar el estado de bienestar  subjetivo de las personas impulsando el reconocimiento por parte de los economistas a que tengan en cuenta las variaciones biológicas.

La felicidad es un tópico que está recibiendo una gran atención por parte de las ciencias sociales y en especial de la economía.

Su principal objetivo es estudiar los determinantes de la utilidad y la satisfacción personal que de una forma amplia se conoce como felicidad.

Los economistas tradicionalmente han asociado el concepto de felicidad a ingresos, desempleo, regulación del mercado laboral, inflación, variables sociodemográficas (raza, educación, religiosidad, estatus marital, niños...) pero ninguno de estos factores culturales cuenta por más de un alto porcentaje de la variabilidad.

Aún más cambios en estas variables solo producen una "felicidad" a corto-plazo. En este sentido cabe mencionar la "paradoja de Easterlin" por la cual un incremento en los ingresos tiene ninguna o moderada acción en el incremento de la felicidad de las personas (y los países en su conjunto).

La razón, explican los psicológos, puede deberse a que hay un umbral de base o límite de la felicidad que está influenciado por la personalidad y la genética.

Se sabe que la felicidad es parcialmente heredable pero muy poco se ha investigado sobre las bases moleculares de la felicidad.

En los últimos años un genotipo con un gen candidato llamado 5-HTT  se puede asociar a los niveles de satisfacción de las personas.

El gen 5-HTT es un gen que codifica un transportador en la célula que absorbe la serotonina en la neurona presináptica en partes del cerebro que influye en los estados mentales.

Estudios de más de 20 años sobre este gen que influye en el metabolismo, secreción hormonal y transmisión neuronal, indican que este gen tiene una gran relevancia en la configuración de la personalidad.

Este gen viene en distintas variantes o alelos, largo o corto. 

Esta variación tiene sus consecuencias en la eficiencia transcripcional por la cual hay una mayor absorción y almacenamiento de la neurotrasmisión serotoninérgegica, siendo que el alelo largo está asociado con el optimismo, y el corto con diversos trastornos neuropsiquiátricos, como estados de ansiedad y depresión (Canli y Lesch 2007)

Con datos que provienen de estudios longitudinales y estudios de asociación genética con gemelos, los autores antes mencionados han querido profundizar en al relación entre variación genética y felicidad.

Los estudios con gemelos son importantes porque estiman la relativa contribución de la genética y el medioambiente en la personalidad y de este modo conocer si los genes influyen en la satisfacción.

Haciendo uso de los datos dos estudios de chorte poblacional longitudinal, el Adolescent Study y el Framinggahm Heart Study y estudios de asociacion genetica que examinan los fenotipos de las personas con informes comportamentales los autores de esta investigación, estiman que el 33% de las variaciones en felicidad son explicables en términos genéticos.



 ----------------------------------------------
ResearchBlogging.orgDe Neve, J., Christakis, N., Fowler, J., & Frey, B. (2012). Genes, economics, and happiness. Journal of Neuroscience, Psychology, and Economics, 5 (4), 193-211 DOI: 10.1037/a0030292

Monday, December 03, 2012

Historia de la psiquiatría social.

Aunque un enfoque social de la psiquiatría se puede rastrear desde el siglo XIX, la psiquiatría social se puede decir que tiene su comienzo modernamente a principios del siglo XX, de acuerdo con Haack y Kumbier.

 Los hitos históricos de la psiquiatría social han sido otorgar un mayor énfasis social a la práctica psiquiátrica.

 Por social se pueden entender muchas cosas y es por esto que su uso para adjetivar la psiquiatría es ambiguo.

 Como punto de partida de la psiquiatría social se puede poner el nacimiento del movimiento higiénico surgido en los EE.UU. en la década de los 20 que tuvo una fuerte influencia en las instituciones psiquiátricas occidentales.

 Posteriormente, una fuerte crítica y censura a las grandes instituciones de custodia (hospitales psiquiátricos), las reformas de la segunda mitad del siglo XX, la búsqueda de terapias alternativas, el movimiento anti-psiquiátrico, la cuestión de la resocialización del enfermo mental y una amplia mirada a los problemas inherentes de la práctica psiquiátrica no solo desde un punto de vista médico sino comunitario y grupal. 

 De marcada importancia para los desarrollos y cambios en la práctica psiquiátrica encontramos el surgimiento de ideologías políticas como el fascismo, nacional socialismo y comunismo y sus distintos regímenes, así como la crisis financiera del 29, donde se empezó a considerar el papel que el estado debía tener en prevenir y cuidar la salud mental de los ciudadanos.

 La segunda guerra mundial y su asociación con los desmanes de la experimentación psquiátrica, voces críticas como las de Erving Goffamn a las instituciones psiquiátricas etc. forjaron los primeros pasos de la psiquiatría social.

 Como corolario decir que la psiquiatría social aunque muy ambigua para definirla se puede decir que cambio el modelo centrado en la biología a una perspectiva más grupal y social. 

 Siguiendo a Eghigian (2011) cuando dice que: "no se puede entender la historia del cuidado de la salud mental durante la segunda mitad del siglo XX sin tener en cuenta a los fisiólogos, trabajadores sociales, neurocientíficos, enfermer@s, industria farmacéutica, pedagogos, grupos de auto-ayuda, terapeutas, legisladores, y consumidores" la psiquiatría social la podemos definir como la apertura de brazos de la psiquiatría biológica a otras ciencias sociales, la sociedad civil y sus preocupaciones.


 ----------------------------------------------
ResearchBlogging.orgHaack, K., & Kumbier, E. (2012). History of social psychiatry Current Opinion in Psychiatry, 25 (6), 492-496 DOI: 10.1097/YCO.0b013e3283590509