Las vallas de control de refugiados también hacen daño a la fauna.

La crisis de refugiados no solo ha de recibir toda la atención política y sensibilidad de la ciudadanía por la tragedia de los flujos masivos de personas buscando refugio en Europa tras huir de sus países de origen a consecuencia de la guerra.

También requiere de la atención de toda persona amante de la naturaleza. Las vallas no solo son desde un punto de vista humanitario y de DD.HH. injustificable, sino que también fragmentan y causan daño en las poblaciones animales.

De igual modo, las vallas van en contra de los acuerdos internacionales de protección de la vida salvaje como la Directiva de la Comisión Europea sobre Hábitats.

Las vallas matan animales al enredarse en las marañas de cable y concertinas y destrozan la conectividad de las poblaciones animales.

Durante el siglo XX la apertura de las fronteras supuso un avance en el derecho de las personas a moverse libremente y la fauna y especies en peligro de extinción se recuperaron.

Sin embargo, las vallas para controlar los flujos de refugiados han proliferado en Hungría, Croacia y Eslovenia y se planea construir más en las fronteras de Rusia, Estonia o Letonia.

Estas vallas pueden poner en peligro el oso pardo, el lobo, y especies de renos.

Toda medida de política migratoria no solo debe tener en cuenta el impacto en las personas también en nuestro planeta.

Las vallas son malas hasta para la fauna.

------------------------
Linnell JD (2016). Border controls: Refugee fences fragment wildlife. Nature, 529 (7585) PMID: 26762448