Los trastornos o desordenes de personalidad siempre han sido un constructo clínico controvertido. Esto es así por su naturaleza y categoria difusa.
Los trastornos o desordenes de personalidad están a medio camino entre patologias descritas y tratadas por la psiquiatria, el espectro patológico, y características cercanas al estado normal.
La mayoria de las investigaciones de los ultimos años se han centrado en el desorden límite de la personalidad una condición que requiere un alto grado de tratamiento, la personalidad antisocial objeto de estudio de la psiquiatria forense, pero también el desorden de personalidad esquizotípico.
No obstante, también otro tipo de trastornos de personalidad como el narcisistico puede incluirse dentro de la clase general de desordenes de personalidad pero que no ha recibido la atención requerida.
De acuerdo con el Estudio Longitudinal Colaborativo de Trastornos de Personalidad son cuatro las categorias principales: trastorno límite de personalidad, esquizotípico, evitativo y obsesivo-compulsivo.
El estudio de los trastornos o desordenes de personalidad se ha nutrido de dos tradiciones. Una primera tradición clínica y otra psicológica que estudia rasgos de personalidad en la población.
Este esquema de aproximación al estudio del trastorno de personalidad ha llevado a que muchos investigadores no estén tan seguros en darles una existencia real a la entidad gnosológica de los trastornos de personalidad y más bien crean que pueden ser alternaciones en el estado de humor.
Hay diez categorias listadas en el actual DSM-5 de trastornos de personalidad creando un grupo heterogéneo.
En medicina y ciencia la clasificación y diagnóstico sirven para guiar los programas de investigación pero la clasificación y diagnostico de los trastornos mentales es deficiente debido al escaso conocimiento de la patogénesis de estos últimos. La ausencia de un consenso en la clasificación es un reflejo de las diferencias teóricas.
Hay proponentes de una visión dimensional y otros de una visión categorial. El caso es que la dimensión o la categoria son como las ondas o partículas de los elementos básicos de la física, depende de los métodos de observación.
Dicho esto, es muy dificil con dar una estimación fiable de la prevalencia de los trastornos de personalidad. Su etiología es compleja con un componente genético, pero no se descartan los factores psicosociales.
La prognosis indica que la mayoria de las personas afectados con trastornos de personalidad mejoran con el tiempo reduciendo lo que hasta entonces se creía era una alta cronicidad de las personas diagnosticadas con trastornos de personalidad.
Los avances en el tratamiento de los trastornos o desordenes de personalidad han mostrado como la psicoterapia si se hace adecuadamente es efectivo lo cual sorprende cuando tradicionalmente se trataba a estos pacientes con sesiones de habla y escucha y no se encontraba mejoría alguna. Ahora sabemos que una psicoterapia cognitivo-comportamental es una forma adecuada para tratar los trastornos de personalidad.
Todavia se está lejos de una completa imagen neurobiológica que explique las bases biológicas del temperamento pero no se debe dejar de mirar a los datos de la neurociencia con el fin de que se desvele la compleja problematica de los trastornos o desordenes de personalidad, nos dice Joel Paris.
Paris J (2014). After DSM-5: Where Does Personality Disorder Research Go from Here? Harvard review of psychiatry, 22 (4), 216-21 PMID: 24983869
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