La semana pasada se celebró en Vitoria el XV Congreso Nacional de Bioética. Tuve la fortuna de participar como coautor de varias comunicaciones (véase, programa aquí).
Hubo comunicaciones muy sugerentes, conferencias plenarias de inquisición profunda y hasta divertidas, pero quizá lo mejor de todo es saber de primera mano que la comunidad bioética de España es vibrante a pesar de los tiempos inciertos que vivimos.