Tuesday, November 11, 2008

Montañas y fe.


La neuroteologia (el estudio de las bases neuronales de la experiencia mistica) esta mostrando las crecientes conexiones entre las (dis)funciones del cerebro y la experiencia religiosa.

La psicologia evolucionista o la ciencia cognitiva de la religion, nos dice que el pensamiento, comportamiento y emocion religiosa son accidentes de un sistema que ha evolcionado para servir otras funciones (cognicion social, deteccion del movimiento, razonamiento causal...), pero que finalmente han sido cooptadas para desempeñar lo que conocemos como religion.

Desde esta perspectiva es posible enfocar el asunto desde la ecologia comportamental, es decir, que rasgos o caracteristicas de nuestro pensamiento, comportamiento o emociones ayudan a conseguir un mayor exito reproductivo.

Si seguimos con esta tesis de la psicologia evolucionista, la religion como un accidente, es posible conjugandolo con el enfoque de la ecologia comportamental, que la religion ayude a la supervivencia.

La religion puede servir la funcion de cohesion grupal, de explicacion de las experiencias mas dolorasamente humanas( el sentido de la vida, la muerte...)

Empero, la neuroteologia tiene una tesis contraria y negativa.

La mayor parte de las explicaciones neuroteologicas de la religion relegan el comportamiento, pensamiento y emocion religiosa al resultado de una
disfuncion de los mecanismos cerebrales.

Como dicen los ingleses, el cerebro religoso se ha ido de su curso normal (religious brain has gone awry)

Recientemente, una nueva hipotesis neuroteologica de la experiencia mistica vincula el excesivo rol que juegan las montañas en el imaginario simbolico de las tres religiones monoteistas reveladas con la alteracion de varias zonas cerebrales.

Los padres fundadores de las tres religiones monotesitas mas importantes (judaismo, cristianismo e islamismo) recibieron la revelacion de la palabra de Dios y sello de la alianza como pueblo escogido: en las montañas.

Pero no solo en estas tres religiones las montañas juegan un gran papel simbolico. En el hinduismo y el budismo el monte Meru, y en las tradiciones japonesas y de los nativos americanos, las montañas tambien estan presentes.

En estas tres religiones de la revelacion se puede encontrar muchas similitudes fenomenologicas que pueden hacer intervenir a la neurociencia cognitiva.

Las sensaciones acaecidas en las montañas son habitualmente sentimiento de una presencia, ilusiones visuales, miedo...

Se sabe que la exposicion a la altitud y la consiguiente hypoxia aguda que se puede
sufrir, altera los mecanismos de ciertas areas cerebrales (la juncion temporo-parietal y la corteza prefrontal) que pueden ocasionar o predisponer la experiencia de la revelacion.

Pincha aqui.

8 comments:

Carlos Suchowolski said...

Podrían tener un valor simbólico, las montañas acercarían el hombre al cielo. Si hoy se tuviera el mismo sentido místico, se apelaría a los rascacielos, las aviones, los satélites, las estaciones espaciales, el Huble... En una Tierra plana como la de entonces, las montañas eran lo que se elevaba de la tierra, escapaba del infierno, etc., y en todo caso, un lugar de encuentro con la propia conciencia, que al "hablarle" al hombre desde dentro podría ser considerada "una voz divina". Tal vez experiementado luego de otro modo pero conservado como símbólico (no sé hasta qué punto del Demon de Sócrates era una cosa u otra).

Pero: ¿no habías escrito sobre esto de algún modo alguna vez; no habíamos asociado esto a un "salto" neurológico que había permitido al hombre comprender la autonciencia como fenómeno no-metafísico sino fisiológico?

Daniel Vicente Carrillo said...

Las montañas son simbólicamente el eje del mundo, mediadoras de cielo y tierra, árbol invertido de raíces celestes, camino de ascesis, etc. etc. Pero asociar la revelación con la falta de oxígeno de las alturas me parece un desatino, considerando que si el monoteísmo nació en algún lugar antes que en otros, éste fue el desierto.

Anibal Monasterio Astobiza said...

Que tal Carlos?
Bueno, la relacion causal podria ser a la inversa.
Tienen un valor simbolico precisamente porque alteran ciertos mecanismos neuronales que hacen "alucinar" el cerebro, y por eso lo que dices tu: "acercarian al hombre al cielo"

De ahi que pongamos un acento metaforico a las alturas, a los pinaculos, flechas, montañas, torres...
Y sí, en algunos comentarios hemos estado hablando de la "mente bicameral" de Jaynes y la asimetria de los hemisferios, las voces internos atribuidas a un punto externo, los daimones socraticos etc.


Qué tal irich?
Lo interesante de este estudio es que muestra las alteraciones de ciertas regiones cerebrales cuando se esta expuesto a grandes altitudes en la montaña.

Montañeros profesionales en el asilamiento que acompaña la altitud, ya han sufrido experiencias misticas, percepcion de presencias, alucionaciones... que equivaldrian a la fenomenologia de las personas que han sido objeto de una revelacion divina.

El punto geografico exacto de la revelacion en las tres religiones del libro, segun la hermeneutica y doctrina, es la montaña. Pero si por alguna razon fuera el desirto este lugar tampoco parece exento de alterar neustra fisiologia y predisponer la experiencia mistica. La percepcion ilusoria de oasis es un ejemplo.
pero claro todo esto lo estoy enfocando desde el punto de vista de la neuroteologia critica y atea. Pero es posible una neuroteologia "creyente" que arguiria que Dios ha creado ciertos nodulos cerebrales para ponerse en contacto con los seres humanos. Como comprenderas, yo me decanto por la primera version de la neuroteologia.

Carlos Suchowolski said...

Sin duda, las relaciones causales se pueden estructurar de diversas maneras. Esto demuestra el llamado por Nietzsche "problema de la verdad" de lo que ya hemos hablado en tu blog y el mío y que hemos comentado. Lo que sin embargo percibo es que las formalizaciones tienden a construirse por el hombre (y no porque sí) con vistas o en la dierección de la máximización de la coherencia (lo que va en paralelo con la "economía de pensamiento" en el sentido de la "navaja de Okcham). No dudo en absoluto que haya cosas "alucinógenas" o "perturbadoras" del funcionamiento neuronal y que ello sea causa de visiones que pudieran haber sido tomadas como referencias simbólicas, pero, la decisión de hacerlo y de que formaran parte de un texto "sagrado" (o mítico) se debe tratar de comprender en el ámbito específico, que es el socio-histórico (y cultural también como es lógico). La referencia valdría para comprender, en todo caso, el origen del símbolo (cosa que de por sí la imaginación del hombre parecería suficiente, porque de lo contrario sólo se podría hacer literatura, fantasear, etc., bajo condiciones de "alicinación" (drogas externas, condiciones ambientales extremas o inadecuadas para el "buen funcionamiento" cerebral -¡del que estaría marginada lo imaginario!-, etc.) lo que sería un poco absurdo o en todo caso daría lugar a la idea de un ser humano inocuo y meramente afectado por lo externo.

Y no olvidemos que el cerebro (creo que esto es indudable aunque no sé cuánto se sabe de cómo funciona) produce inducida o inductivamente sus propias sustancias alucinógenas.

Bueno, esto es para extenderse, como siempre.
Un saludo.

Alfredo Oliva said...

Ja,ja. Así que lo de Moisés fue un "colocón" causado por la hipoxia. Algo así me olía yo. Aunque no sé yo si los 2285 mts del monte Sinaí dan para tanto.
Un saludo

Anibal Monasterio Astobiza said...

Alfredo, lo del "colocon" mejor no lo hubiera podido decir.

Pero al buscar fotos de montañas "sagradas" para colocar en el post, y toparme con el monte sinai de nuestra querida tradicion judeo-cristina, y ver que solo tiene unos 2000 metros; yo tambien empece a sospechar que mucha hipoxia alli no se deebe pasar y menos ningun estado alterado.

Pero la idea de intentar encontrar un significado al simbolismo universal de las montañas en las relgiones reveladas y la hipoxia y estados alterados que sufren los montañistas en grandes altitudes, tiene por lo menos consistencia logica.

Anibal Monasterio Astobiza said...

Toda la razon en lo que dices Carlos.

Carlos Suchowolski said...

¿Todo? ¡Uy!